Las emociones son parte fundamental en la vida de las personas, por eso es importante su conocimiento y tratamiento.
La actividad mental es también algo que cada uno de nosotros debería analizar. La mente tiene la función de clarificar, discernir, organizar, conocer intelectualmente, iluminar las emociones. Sin embargo, la mayoría de las veces se distorsiona su función y suele suceder que está constantemente ocupada por pensamientos contrarios a su fin; es decir, pensamientos de preocupación, lluvia de ideas no fructíferas. Así ante un revoltijo emocional la mente tendría que poder ayudar a clarificar el panorama; pero, por el contrario, es como si quedara envuelta en esa maraña de emociones.
Estos pensamientos que llamamos “emocionales”, se derivan de emociones de temor, de inseguridad, ira, culpa, autoexigencias es decir emociones perturbadoras. Así el aspecto emocional toma la delantera sobre la capacidad mental de discernir y la invade.
La mayor incapacidad de la mente y la emoción es la de centrarse en el aquí y ahora; ambas pasean por el pasado y el futuro con su consecuente carga de temores, ansiedades, tristezas, recuerdos que pueden ser más o menos positivos o negativos pero que nos desvían del presente. La simple conexión con el presente de una manera conciente y plena ayuda a disminuir la carga ansiosa. Es un entrenamiento que puede realizarse unos pocos minutos al día para empezar: estando conciente de nuestra respiración por ejemplo, sin querer modificar nada, sólo tomarnos un ratito para percibir como entra y sale el aire de nuestro cuerpo, nada más…
La meditación es una herramienta fundamental para ayudarse a aquietar la mente. Este es un objetivo principal de la práctica del mindfulnes-
Al calmar los pensamientos podremos serenamente comenzar a resolver un problema, a a discernir cuál es la mejor actitud a elegir, a clarificar las variables, a entender, a comprender. Este aspecto sería lo que algunos llaman la mente sabia.
Hoy en día el avance del conocimiento de la mente y de las emociones nos permite contar con herramientas de mucha utilidad para poder abordar estos pensamientos emocionales que inciden en el desarrollo del stress y la ansiedad.
Basado en el libro “El Amor como Forma de Vida” Lic. Piccinni – Lic. Liliana Crivell
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